lunes, 7 de junio de 2010

Nelya

El cuerpo de Nelya yacía bajo la ducha, con fuertes chorros de libertad que le marcaban más aquellos lúcidos moratones. A pesar de la presión con la que chocaban contra su cuerpo, ella no parecía enterarse; ni una mínima mueca de dolor. Nunca había sido una mujer muy quejica, siempre se había reprimido el llanto.


Se la veía bella bajo ese agua cristalina y pura, mientras que cerrando los ojos sus mechones de pelo se deslizaban como serpientes tras su espalda. Era díficil distinguir las lágrimas, pero no podría ocultar mucho más tiempo esos ojos rojos que ocultaba tras sus párpados entreabiertos.

Después de permanecer inmovil durante varios minutos, cerró la ducha y se hecho encima el albornoz -tres tallas más grande-. Sé encaminó a su habitación por el largo pasillo que se encontraba en penumbra dejando a su paso pequeñas gotitas que provenian de su pelo y su cuerpo.


Al llegar a su cuarto cerró la puerta y se quedó contemplando, su cuerpo repleto de cardenales mientras que se delizaban algunas lágrimas por su mejilla, pasando por su mandíbula y cayendo a un suelo que se antojaba tremendamente lejano. No pronunció palabra.




4 comentarios:

  1. Si se toma un vaso de leche caliente, igual duele menos.



    sonrisa
    de astronauta

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  2. Impresionante! Realmente me encanta tu blog, es algo estupendo! Textos preciosos, fotos bonitas, y un buen diseño y estructuración! Felicidades por tu blog! =D

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