Yo, en cambio, no tengo cáncer, y mucho menos... soy un globo.
domingo, 25 de abril de 2010
Memorias I
He vuelto a este lugar. La última vez que estuve aquí no fue por mí. Yo era muy pequeño y a mi abuelo le detectaron un cáncer. Todavía recuerdo el cuerpo postrado en aquella cama; enchufado a máquinas por cables transparentes. Él siempre me decía que respiraba tan hondo que se había convertido en un globo y ahí donde yo veía cables, eran hilos que le sujetaban a la tierra.
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Un trago duro, vaya.
ResponderEliminarQuizás todos seamos globos del mundo, sujetos por hilos invisibles, llamados "familia", "amigos", "amor".. etc.