lunes, 26 de abril de 2010

Memorias II

Muchas veces me había replanteado el camino que debía seguir; había estado pensando durante horas hacia donde orientar mi vida. Es fantástico las múltiples opciones que te permiten jugar con la imaginación, pero también hay que hacerle caso a tus necesidades, por no mencionar conocer tus limitaciones.Nunca había sabido lo que quería, pero sí lo que no quería.Poco a poco las situaciones te van cambiando, creces y no tienes una opinión fija, acabas luchando con los días, y los años te pesan como bloques de cemento. Te refugias en ti, porque tienes miedo de otras personas más dispares, mentes completamente divergentes.Intentas luchar contra las dudas, y buscar algo que te inspire; buscas una musa o tal vez un centro personal de motivación. Cualquier cosa es válida, con tal de dedicarle parte de tu vida a algo o en su defecto, a alguien. Sentirte satisfecho de ti mismo y buscar el sentimiento armónico de la vida. Buscar el equilibrio de la balanza, sentirte estable.Yo creía tenerlo todo controlado, había estado poniendo todo mi empeño en hacer de esto algo grande, de madurar como persona y subir como la espuma. Pero mi propósito fue en vano. Hay veces que te tuerces sin haber girado el volante, y no sabes por qué. Si supiéramos la razón de todas las cosas que pasan, esto no sería lo mismo y yo, no estaría aquí.


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